Laura
Ginsberg: “Los fiscales que encabezaron la marcha no representan el ideal de
verdad y justicia sino a un poder corrupto”
Por Gabriela Pepe.- La titular de Apemia explica
por qué los familiares de víctimas del atentado a la AMIA decidieron no
participar de la convocatoria del 18. Dice que la muerte de Nisman es “un
crimen de Estado” y critica al Gobierno y la oposición. La investigación, los
archivos secretos, el Memorándum y la esperanza de saber la verdad.
Ginsberg: “En estos
21 años todos se han puesto de acuerdo para encubrir” (Foto NA)
La marcha de silencio que el miércoles 18 convocó a cientos de miles de
personas a la calle tuvo como grandes ausentes a los familiares de las víctimas
del atentado a la AMIA. Pese a que la muerte de Alberto Nisman representa, para
ellos, la continuidad de la bomba que explotó el 18 de julio de 1994, Memoria
Activa, 18-J y Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA
(Apemia), decidieron mantenerse al margen de la movilización. “No podíamos ir
detrás de esa banda. Los fiscales que encabezaron la marcha no representan el
ideal de verdad y justicia sino a un poder corrupto”, explica Laura Ginsberg,
titular de Apemia.
Cuando habla, Ginsberg incomoda a todos. En el tiempo que lleva la
investigación, acusó a presidentes, jueces y fiscales, servicios de
inteligencia, dirigentes de la comunidad judía, oficialistas y opositores, de
haber conspirado contra el esclarecimiento del atentado a la AMIA. Denunció el
encubrimiento del Estado por parte de Carlos Menem, Fernando de la Rúa y el
gobierno kirchnerista, se opuso al Memorándum de Entendimiento con Irán y fue
uno de los motores del juicio que comenzará en junio contra el ex juez Juan
José Galeano y los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, entre otros. “En
estos 21 años todos se han puesto de acuerdo para encubrir”, asegura Ginsberg,
cuyo marido murió en la explosión de la mutual judía.
-¿Por qué decidieron no participar de la marcha?
-Lo consideramos seriamente, pero después de intercambiar ideas
decidimos no participar porque la convocatoria había quedado en manos de los
fiscales, que de ninguna manera representan el ideal de verdad y justicia.
Ellos mismos se enorgullecen de haber trabajado en los últimos 20 años y
fueron, entre otras cosas y sin hablar de su desempeño más reciente, compañeros
de Mullen y Barbaccia, que delinquieron junto con el ex juez Galeano y ahora
van a ir a juicio por encubrimiento. Nos provocaba un disgusto muy grande
marchar con ellos, representan a un poder totalmente corrupto y están al
servicio de cualquier cosa menos de saber la verdad de lo que ocurrió.
-¿Qué análisis hace sobre la gran convocatoria que
tuvieron?
-Hay cientos de miles de argentinos que pidieron verdad y justicia de
manera desesperada y ése es un reclamo que nosotros compartimos ciento por
ciento. Pero que no lo podemos hacer bajo la dirección de esta banda de
fiscales que indiscutiblemente no son el ejemplo del reclamo popular que allí
se presentaba, ni quienes lo van a llevar adelante. Curiosamente ellos
obligaron a toda la sociedad a marchar sin reclamos, en silencio. Ni siquiera
pidieron por el esclarecimiento de la muerte de Nisman. Eso demuestra el
oportunismo que han tenido. Si era un homenaje a Nisman, deberían haber exigido
el esclarecimiento de su muerte.
Los familiares
discutían con Nisman por los archivos de Inteligencia. (Foto DYN)
-¿Consideran que la muerte de Nisman está
indisolublemente ligada a la causa AMIA?
-La muerte de Nisman, haya sido homicidio o suicidio, su denuncia y el
atentado a la AMIA son parte de la misma criminalidad del Estado. Aún si Nisman
se hubiera suicidado, se trata de un crimen político, porque su muerte está
ligada a su denuncia por encubrimiento y al atentado.
-Usted estuvo en la audiencia convocada por la
oposición en el Senado, el 12 de febrero y allí dijo que el oficialismo y la
oposición se están olvidando del atentado.
-En realidad nosotros no pensamos que se olvidan, sino que
deliberadamente lo ocultan. No tienen ninguna intención de abordar el tema de
conjunto. Los diputados de la oposición, que responden a (Sergio) Massa y a
(Mauricio) Macri – que, dicho sea de paso, también aprovecharon la oportunidad
de la marcha para garantizar su proyección electoral – hacen todo lo posible
para divorciar la muerte de Nisman y su denuncia por encubrimiento del atentado
a la AMIA y del encubrimiento.
-En su denuncia, Nisman la menciona directamente a
usted, cuando se opuso a la firma del Memorándum, ¿habían hablado con él sobre
el acuerdo?
-Por supuesto, a tal punto que Nisman reconoció de manera tardía
nuestras posiciones. Nosotros debatíamos mucho con él, sobre todo últimamente,
porque planteábamos la dificultad de abordar el juicio por encubrimiento cuando
toda la documentación seguía siendo secreta. Nisman construía sus dictámenes en
base a documentación que no mostraba, a la que nosotros no teníamos acceso,
eran todos archivos secretos. Y ése era un punto de confrontación muy
importante, porque decíamos que de esa forma nunca íbamos a saber la verdad de
lo que pasó.
-¿Considera que el Memorándum fue una maniobra para
encubrir a Irán?
-La denuncia por encubrimiento viene a cerrar el planteo que hicimos
mucho antes. Lo único que hizo el gobierno de Cristina con el acuerdo fue
acomodarse a las políticas de (Barack) Obama y del Departamento de Estado de
Estados Unidos, a pesar de que acá declaman otra cosa. El Memorándum se firmó
para ponerle un punto final a cualquier posibilidad de esclarecer el crimen.
Pero para nosotros no fue novedoso, es lo que venimos diciendo que quiere hacer
el Gobierno desde el principio.
-¿Se refiere a los tiempos de la creación de la
fiscalía especial que conducía Nisman?
-Nisman se incorpora a la investigación del atentado porque en el año
´98 los familiares hicimos una presentación formal para pedir mayor presencia
de fiscales. Pensábamos que así los querellantes íbamos a tener más
intervención. El procurador lo nombró fiscal adjunto y Nisman empezó a trabajar
con Mullen, Barbaccia y el ex juez Galeano. De hecho, intervino en el juicio
oral cuando la presencia de Mullen y Barbaccia ya era intolerable, porque
estaban claras las irregularidades de las que eran responsables. Luego, cuando
el gobierno de Néstor Kirchner resuelve liquidar la conexión local, liberando a
(Carlos) Telleldín, (Juan José) Rivelli y compañía, lo unge a Nisman para
encarar con la conexión internacional a partir de la judicialización de
informes de inteligencia de la Side y de servicios extranjeros. Esta fue la
dirección que le dio Kirchner, especialmente fogoneada por la dirección de la
comunidad judía local y de la embajada de Israel. Desde entonces nosotros
denunciamos que quieren cerrar definitivamente la causa AMIA.
-¿Qué opinión le merece el nombramiento de los
fiscales que van a reemplazar a Nisman en la investigación?
-La procuradora Alejandra Gils Carbó nos llamó para consultarnos sobre
ese tema y nosotros le manifestamos que en realidad no tenía importancia
quiénes fueran los fiscales. Lo importante es cuál va a ser la orientación de
la investigación, si van a seguir con la conexión iraní, como lo hacía Nisman.
Realmente no tiene sentido seguir remozando en lo que el pasado tampoco brindó
ninguna claridad acerca de qué fue lo que pasó y quiénes fueron los
responsables. Por eso insistimos en el tema de la comisión investigadora.
-Apemia presentó un proyecto para la creación de la
comisión en el Congreso, ¿qué respuesta obtuvieron por parte de los
legisladores?
-El proyecto fue presentado el 5 de junio de 2014, después de que la
Presidenta reconociera en su discurso de la asamblea de sesiones que el
Memorándum había fracasado y que esperaba propuestas alternativas. Fue firmado
por varios diputados y senadores de la oposición, como Elisa Carrió, Ernesto
Sanz, Mario Negri, Pino Solanas, Claudio Lozano, Rubén Giustiniani, entre
otros, pero después nunca lo impulsaron ni promovieron el debate parlamentario.
Eso mismo dijimos en la audiencia del 12. Acá no hay nada para inventar, ya
está pensado.
-¿Cómo se formaría la comisión?
-Estaría integrada por 18 personalidades referentes de distintos ámbitos
de la vida del país, los familiares de las víctimas, cuatro diputados y cuatro
senadores. Tienen que ser personas independientes del Estado, que puedan hacer
un análisis amplio y global de todos los hechos políticos, jurídicos,
nacionales e internacionales que determinaron el atentado. Con esta propuesta
nosotros no tenemos ninguna pretensión de competir con el Poder Judicial.
Simplemente es una comisión política que debería elaborar un informe sobre un
crimen político.
-Tanto tiempo después, ¿siguen teniendo la
esperanza de que el atentado se esclarezca?
-Sí, tenemos la esperanza, pero no en manos de esta gente que tiene una
voluntad política contraria a la verdad.
-¿A quiénes se refiere?
-Tanto el oficialismo como a la oposición. En estos 21 años todos se han
puesto de acuerdo para encubrir, porque de otra manera quedaría en evidencia
que es un crimen perpetrado por el Estado argentino. Estamos convencidos de que
es factible saber la verdad de lo que pasó pero no de la mano de este Poder
Judicial y de este Estado. Por eso es determinante la creación de la comisión.
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